Película de género cómico y enredo donde las hayas, esta película, ganadora de siete Goyas, de Fernando Trueba, de 1998 supuso uno de los éxitos más notables de su carrera, y la consagración europea de Penélope Cruz. Hoy analizaremos una película, considerada por muchos como una "españolada" pero que bebe sus fuentes de películas clásicas como "Carmen, la de Triana" y "Andalusische Nachte" (1938), rodadas en los míticos escenarios de la UFA alemana. En 2016, se estrenará la segunda parte de esta exitosa película, llamada "La Reina de España".
Fernando Trueba tuvo una idea genial al ver las películas de la gran Imperio Argentina "Carmen la de Triana", de Florián Rey (1938) y su gemela Andalusische Nachte (también de 1938), en las que el equipo español encabezado por Florián Rey, que ya tenía un idilio con Imperio Argentina, marcharon a Alemania a grabar a los míticos escenarios de la UFA del ministro alemán Goebbels, bajo la sombra nazi. Podría considerarse un homenaje a dichos actores, dichos directores, en definitiva, dicho cine de dicha época.
En palabras del propio director, observando el revuelo de la folclórica, ante lo que podría ser una película basada en su vida:
He expresado en reiteradas ocasiones que la película toma como punto de partida el hecho histórico del rodaje de siete películas en doble versión, española y alemana, en el Berlín nazi gracias a la colaboración de este Gobierno con el bando franquista en plena guerra española". "Los sucesos que la película narra", añade, "pertenecen a la más pura ficción. En ella no se retrata la vida de nadie".
Evidentemente, el director Blasco Ontiveros (Antonio Resines) también tiene un idilio con la protagonista de la cinta, Macarena Granada (Penélope Cruz). Digamos que el punto de partida para el director Trueba y los guionistas viene por la realidad, estableciéndose un suculento paralelismo que hizo poner el grito en el cielo a la retirada Imperio Argentina, puesto que el papel en el que se podría ver reflejada no sale bien parado, por considerarlo poco serio.
Sin embargo, idearon una disparatada comedia, al más puro estilo español, en un reparto coral, que nada tendría de envidiar a las grandes superproducciones hollywoodienses, "denostadas" en la película (y por otra parte, lógicamente, en aras de imponer un cine alemán en los estudios de la UFA).
Me vienen a la retina recuerdos de obras como Belle Epoque (1992) también de Fernando Trueba, que le valió un óscar a la mejor dirección, o también "La Comunidad" (2000) de Álex de la Iglesia. Indudablemente, las películas con un elenco tan rico y tan surtidas de caras conocidas, supone un éxito y un espaldarazo de estas comedias ligeras, pero con un trasfondo indudable del sentir español. Siento lástima que estas películas no las ideara un estadounidense, sino serían películas de culto mundiales. Pero situándonos en un plano más modesto, no es que Trueba sea mi director favorito, pero sí es un muy buen director.
Ayudado de un equipo técnico espectacular, los buenos planos fotográficos, la figuración, el vestuario, el maquillaje (premiados con sendos Goyas)... ésos, junto a Trueba, hacen de esta película una delicia: y todo gira entorno de Penélope Cruz, que se se luce, otrora en una película en la que está convincente, y mira que se la ha denostado en este país a la muchacha por ir a hacer las Américas como antiguamente tantas y tantas estrellas.
Esta cuadrilla de actores de primer nivel: Rosa María Sardá (no sólo convincente, sino sobresaliente), Neus Asensi, Jesús Bonilla, Jorge Sanz, Santiago Segura y Loles León hacen la película más creíble si cabe. No entraré en el discurso manido del metacine (o lo que es lo mismo, una película que habla del cine, porque sino disertaríamos sobre temas que no vienen al caso).