miércoles, 18 de julio de 2012

¿QUÉ FUE DE BABY JANE?

En plena decadencia de su carrera, pues sólo era considerada una gloria del pasado, Bette Davis puso un anuncio en un periódico: y gracias a él, le salió el papel protagonista de esta inquietante película de Robert Aldrich.

























La veterana actriz relanzó su carrera gracias a este thriller de género: y es que aún sonaba la sombra de Psicosis, y gracias a ese empuje, esta cinta se consideró una de las más rentables del año.

Uniendo a estos dos supuestos que su partenair en esta cinta era su archienemiga Joan Crawford, incluimos en esta coctelera los ingredientes esenciales para llegar a ver una obra maestra del género.

De todo lo más excepcional de la película, me quedo con el detalle del helado: la película adquiere una sinuosa circularidad al empezar con un baile y una canción de una Baby Jane niña y cerrar con la misma Baby Jane, decrépita y loca, bailando en la playa. Si unimos a este detalle, el mismo del helado podemos dejar cerrado un final que se nos antojaba abierto. Y es que no adquiere sentido en la totalidad el hecho de finalizar así, pero nada es casual.

Esperamos toda la cinta que Joan Crawford que acaba siendo insultada "idiota, estúpida", abofeteada, pateada, maniatada... maltratada en una palabra, muera... y, sin embargo, el final esperado por arte de magia en el cine acaba cerrándolo astutamente el director de la mejor forma posible.


Detalles cuidados al máximo: bailarinas que aparecen al principio de la película en los estudios, aparecen en la televisión de la vecina varios años después del accidente.

Excepcional la escena en la que una Bette Davis crecida hace dar vueltas a su hermana en la ficción, y su enemiga en la realidad, Joan Crawford.

Y es que el detalle del pájaro enjaulado, que implica una falta de libertad y ambiente claustrofóbico para Blanche (Crawford), ejecutado por su hermana y servido de cena, nos hace entender que la película terminaría con la muerte de su hermana. Pero el director, astutamente, deja abierto a una posible secuela en la playa.



Los momentos de tensión son llevados a la pantalla con una técnica magistral -plano contra plano- que incide en la comparación de gestos, luces y sombras sinuosas, que realizan una labor impresionante para creernos en un ambiente claustrofóbico que se va cerrando cual trampa vital para Blanche. De hecho, Joan Crawford no quiso el papel de Baby Jane porque le parecía demasiado fea.




Detalles de la cinta que no se nos escapan son los del hijo sobreprotegido, Edwin, amigo-pianista de Jane, o tampoco que una mujer para sentirse importante necesite fumar. De hecho, cuando la madre del pianista responde a Jane, se enciende un cigarrillo... y así, con algunas escenas.

Prodigiosa la escena del teléfono de Bette Davis. La implantaría a sangre y fuego como prueba para entrar en arte dramático: dominio impresionante de la voz, cambio de registro, maravillosos gestos... no sólo queda creíble, sino que además deja en evidencia el porqué a Bette Davis le llovieron críticas excelentes y estuvo nominada al óscar (lástima que cuando se enteró su partenaire y "amiga" Joan Crawford hiciera campaña en contra).





Conforme pasa la cinta, vemos un importante desgaste físico en las dos protagonistas: es más acentuado en Bette Davis que llega a parecer un cuervo; de hecho, Bette Davis no se quitaba el maquillaje e iba acumulándolo para parecer más tétrica. Realiza a la perfección el papel de alcohólica, orgullosa y trastornada. Y Blanche sufre un desgaste físico, acentuado en las últimas escenas, con un maquillaje más que dudoso.

Me quedo, por tanto, con un detalle. Blanche dice de Baby Jane: "Somos hermanas. Las dos nos conocemos bien". Y, una vez acabada la película, Bette Davis decía de ella, "no la mearía encima, ni aunque estuviera en llamas" o "se ha acostado con todas las estrellas masculinas de la MGM, excepto con Lassie". Vamos, eso es todo amor y amistad.

domingo, 8 de julio de 2012

ALADDIN

Con la salvedad de la Bella y la Bestia, éste ha sido uno de los grandes descubrimientos que he podido hacer de Disney. Confieso que no la había visto, no había tenido tiempo de disfrutar de ella... y puedo recomendarla.

Original cartel de la película Aladdin. Perfecto vídeo con todas las escenas musicales de Aladdin

Es irreverente; el genio hace un guiño a muchas películas de la saga Disney: Pinocho, la Sirenita, los Aristogatos, la Bella y la Bestia Y de películas tales como el Padrino. Estereotipos como el tan cacareado "manager" de la moda, que te selecciona lo que mejor te va en cada momento.

Es fresca; canciones que han quedado impresas en nuestra memoria por dulces, dinámicas y graciosas. Desde el desarrollo de la historia, la muy buena elección de los personajes, el idílico empleo de los dibujos para descubrirnos un mundo tan lejano como fantástico, etc...

Aunque cometa algunos pequeños desatinos históricos, hasta podemos perdonárselo. Es otra de las grandes joyas de la corona de Disney, también explotada y rentabilizada hasta la saciedad. He oído y he leído mucho sobre la princesa de este cuento: no encarna la típica princesa remilgada de anteriores entregas, sino la de una princesa más parecida a Mulan, por lo combativo y lo irreverente.









El desenlace me ha parecido algo forzado. Se supone que si Aladdin tenía que pedir tres deseos, el propio genio de la lámpara no debería servir a otro amo. También me extraña que la impúdica ley que obligaba a casarse a la princesa con un príncipe, no sea mayor impedimento cuando el padre, que a lo largo de la historia, no cede a presiones, la tire por tierra.

El desarrollo de la historia, con el interesante inicio contado por un beduino moro que hace las veces de chamán de feria no puede venir más a colación. El desarrollo claro, preciso de la historia a través de un texto salpicado de canciones que, si bien no llegan a la altura de la Bella y la Bestia o la Sirenita, sí pueden ser envidiadas en adaptaciones en todos los sentidos, especialmente en los musicales.

La escena más graciosa a mi entender, la del mercado del principio, y por supuesto, si tuviéramos que hablar de una escena romántica, "en un mundo ideal" sin tantos gorgoritos como han intentado acostumbrarnos malos cantantes o pseudocantantes de ópera, es mi preferida.

Habrá que ver "El retorno de Jafar" para ver si esta primera parte tiene una magistral continuación, o si, lo mismo que ocurre en El Rey León, La Sirenita o la Bella y la Bestia son sucedáneos sin ningún condimento. Tantas y tantas segundas partes no fueron buenas, que creo dejaré a la elección del público que sigue este blog que la vea por mí, porque yo no tengo tiempo.



Maravilloso vídeo de "Un mundo ideal" de Aladdin

LA BELLA Y LA BESTIA

Uno de los últimos triunfos de Disney en el mundo de la animación, han pasado ya veinte años desde su estreno, y sigue albergando la magia del mismo.





Sus gráficos, su animación asistida por ordenador, y el planteamiento del cuento clásico llevan al triunfo más absoluto en todos los sentidos de Disney. Este punto y aparte en la animación de la gran marca norteamericana ha supuesto una de las cotas inigualables a todos los niveles. La mejor escena de toda la película, cuando los muebles mantienen la batalla con los habitantes del pueblo... y la "drag queen" improvisada.

Desde una cuidada ambientación en la pseudo Edad Media, pasando por una animación inigualable, los números musicales, el planteamiento de los personajes y de la historia en sí, poco podemos añadir desde este humilde blog.

La belleza está en el interior... preciosa frase que se ha acuñado en el imaginario colectivo de todos nosotros gracias a esta deliciosa obra maestra. He tenido oportunidad de comparar la versión antigua con la nueva, y uno de los números musicales, fuera de que desluce el propósito general de la obra, me parece algo soez. hablar en una canción de que lo que queremos en nuestra vida es ser ancianos, tener una buena jubilación, etc... en una obra poco menos que infantil, desluce el propósito real.

Por otro lado, esta obra ha sido tantas y tantas veces representada, y en el caso de Disney ha sido tantas y tantas veces estirada, que, permítanme la expresión, huele a muerto: no me extrañaría nada que este año, o el que viene, vuelvan a sacar una nueva edición remasterizada o la bella y la bestia 3. Esto es una joya, por favor, no intenten explotarla más; exploten sus neuronas, su imaginación, o fíjense en tantos y tantos cuentos para ofrecernos una animación renovada...

Volviendo a la película, poco más que añadir, dos oscar a la mejor canción y a la mejor música: y es que esta ambientación en un París de Cabaret es poco menos que fantástica. El número inicial ha quedado prendado en nuestra memoria, y el número del baile es realmente impresionante. Piedras en el corazón tendríamos si no se nos ha escapado una lágrima alguna vez al ver esta obra maestra; y piedras tendremos si no hemos visto el musical.

Lo demás... es historia del cine.